El reto más grande para un artista es el de atrapar
su arte en un espacio limitado y aun más cuando
el impulso es desmesurado y rompe todas las barreras.
El artista responde a una llamada divina, una vocación
extrasensorial que carga su energía creativa en
un acto incontrolable y sin embargo debe confrontar una
realidad espacial, con la que debe convivir. ¿Pero
qué pasa cuando el espacio es limitado a 25 centímetros? ¿Será posible
encerrar un gran rio en un pequeño vaso? Este
desafío lo ofrece Marcela Jardón, en las
paredes de su Galería, la Red 03 ubicada en el
centro de Barcelona, a través del evento titulado “PF10”,
o sea Pequeño Formato. Cada artista debe representar
su arte en un espacio limitato a 25x25 cm, y en este
diálogo se encuentran muchos representantes del
arte contemporaneo europeo, incluyendo diez artistas
italianos, desde la Puglia, una de las más lindas
regiones del sur, bajo la dirección artística
de la arquitecta italiana Carla Pinto.
Light Box, recuerdos
y conceptos luminosos para Adalgisa Romano y Semira Forte,
cuyas pequeñas obras de design son preciosos elementos
de arte contemporanea. Línea y minimalismo en
dibujos sencillos, entre negro y blanco, son el caracter
distintivo de la arquitecta “nomada” Azzurra
Cecchini, quien funde su vocación artística
con la funcionalidad que le impone su profesión
cuando debe llenar y adornar un espacio. Prosigue el
fotografo Bruno Barillari, cuyo pincel es la cámara
digital y las posibilidades infinitas que su mente creativa
produce traduciéndose en un resultado visual en
el cual la realidad se viste de surrealismo de un sabor
onírico y así, como hacen los sueños,le
impone a quien observa una profunda reflexión.
A èl se une otra artista que manipula la fotografía
y el arte digital, Francesca Speranza, cuyo concepto
se titula “Domestic Landscape” y centra su
atención en la realidad de muchas mujeres que
todavía son encerradas en el papel de ama de casa.
Llegamos así a Valentina D’Andrea y su Fantadesign
en el cual representa la realidad en clave escenográfica,
enfocándose en el design y la moda. Gemma Palamá,
pintora que interpreta los elementos de la naturaleza
manipulando la materia con la fuerza de la pasión,
dando vida a su propio subconciente a través de
signos y metáforas recurrentes. También
Mónica Righi manipula la materia y como los 25
centímetros le resultan demasiado estrechos, esta
sale del cuadro, suave y voluptuosa, abstracta y libre.
Así libre es el trazo de Emanuele Scravaglieri,
para quien la pintura es la verdadera protagonista la
cual revela el tema poco a poco, emblema de este artista
dominado por su impulso y despectivo de las reglas. Un “desaliñado”,
como los romanticistas, igual que su colega Orodè Deoro,
artista y performer, cuyas telas tienen un sabor teatral,
un escenario donde el artista interpreta las historias
humanas en clave “bohèmienne” y a
veces a modo de comics.
La exposición se iniciará el
día 11 de marzo con la presencia de los artistas
y seguirá hasta el día 17 del mismo mes.
La crítica relacionada a los artistas italianos,
en versión italiana y española es de Alessandra
Del Vecchio.