Mi contacto con el arte comenzó a través de la danza, empecé bailando.
El MOVIMIENTO y el CUERPO me permitieron expresar y vincular mi mundo interno con el exterior. Después de una lesión en mi pierna izquierda tuve que dejarlo. Me enfadé con el mundo y al cabo del tiempo volví al arte de nuevo a través del COLOR.
El COLOR me llevó a estudiar estampación textil en la Lonja y me licencié en Bellas Artes en la Universidad. Al principio contaba mi mundo interno a través de la animación, herramienta muy contemporánea en ese momento, pero necesité volver a los orígenes y estudiar a fondo la pintura a través de clásicos como Cézanne, Morandi y otros artistas que me enseñaron muchísimo.
La investigación de diferentes materialidades pictóricas ha definido mi lenguaje.
El Collage me ha dado mucha libertad, he encontrando mi lugar dentro de la obra y he encontrado mi lugar en el mundo a través del collage, lo que a través de la pintura, más fija no conseguía hacer.
El tejido y la Instalación me han permitido entrar en el espacio sin delimitación y jugar con el movimiento y el cuerpo para incluirlos en mi obra. Necesito incluir el cuerpo en la obra para recuperar de alguna manera la danza.
Al principio, en mis paisajes ya buscaba estas estructuras internas, geometría que lo unen todo de manera invisible,
todo estaba tejido para esta red geométrica, la montaña, el cielo, el todo. Ahora el invisible el percibo el ser humano, la vertical, yo misma y los demás. La interacción del campo morfogenético es la que me mueve para crear.
Me ha interesado siempre salir fuera del país, he expuesto tanto en galerías como centros de arte en España, Portugal, Alemania, Suiza, Francia y Estados Unidos.
He desarrollado al mismo tiempo talleres de creatividad para adultos, durante 15 años, gestionado de manera autónoma en mi propio taller, que me han permitido vivir y compartir de otra manera mi arte.